La economía española se mantiene fuerte a pesar de la desaceleración de las exportaciones

La economía española ha vuelto a demostrar su resiliencia. Aunque el crecimiento se desaceleró ligeramente en el tercer trimestre de 2025, el país sigue superando a gran parte de Europa, impulsado por una demanda interna sólida y un mercado laboral saludable. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el PIB aumentó un 0,6% entre julio y septiembre, frente al 0,8% del trimestre anterior. Sobre una base anual, el crecimiento alcanzó el 2,8%, sólo marginalmente por debajo de las previsiones anteriores.

La merma más pronunciada provino del sector exportador de España, que registró una caída del 4,3%, la caída más pronunciada desde la pandemia. La incertidumbre global, junto con el lento crecimiento en Alemania y Francia y un euro más fuerte, hicieron que los productos españoles fueran menos competitivos en el exterior. Incluso los sectores industrial y turístico que alguna vez estuvieron en auge sintieron la presión, lo que hizo que el PIB general del país cayera un 0,6%.

La demanda interna avanza

Si bien las exportaciones flaquearon, los españoles continuaron gastando. El consumo privado aumentó un 1,4% y los hogares destinaron más dinero a la hostelería, la cultura y los viajes locales. El patrón subraya un cambio más amplio: el crecimiento de España ahora está siendo impulsado en gran medida desde dentro.

Las empresas también están mostrando optimismo. La inversión en bienes de capital aumentó un 3,2% y muchas empresas actualizaron su tecnología y maquinaria para impulsar la productividad. Estas cifras sugieren que, a pesar de los vientos en contra a nivel internacional, las empresas españolas siguen apostando por el futuro.

Un mercado laboral fuerte apuntala la confianza

El empleo sigue siendo una piedra angular de la resiliencia económica del país. Los empleos en hotelería, atención médica y TI continuaron expandiéndose, lo que hizo que el empleo general aumentara un 0,8%. Con el desempleo disminuyendo, la confianza del consumidor se ha mantenido alta, un factor esencial para mantener el impulso interno.

La construcción se desacelera pero sigue siendo vital en las zonas turísticas

El único punto débil en el frente interno es la industria de la construcción. La construcción de viviendas disminuyó ligeramente en medio de tasas de interés crecientes y regulaciones más estrictas, aunque la actividad en las regiones costeras y con gran actividad turística sigue siendo una fuente crucial de empleo local.

España todavía supera a muchos de sus pares de la eurozona

Los economistas advierten que el crecimiento podría debilitarse aún más en el último trimestre a medida que la inflación, los altos costos de endeudamiento y las tensiones geopolíticas pesan sobre la economía europea en general. Sin embargo, España sigue siendo uno de los países con mejor desempeño en la eurozona: un país ahora menos dependiente de las exportaciones y más equilibrado en sus fuentes de crecimiento.

La resiliencia económica define la recuperación de España

A pesar de las presiones externas, la sólida combinación de creación de empleo, inversión empresarial y confianza de los consumidores en España sigue sustentando su economía. A medida que la nación se adapta a una demanda de exportaciones más débil, su capacidad para depender de la fortaleza interna muestra una madurez en la recuperación, que podría ayudarla a capear cualquier tormenta global que se avecina.

Fuente: elEconomista.es